jueves, octubre 12, 2006

Al final de "Mil grullas"



Terminaba de leer Mil Grullas en plaza Housay tirado en el pasto, con el sol castigando mi espalda. Me faltaban dos párrafos para el fin nunca deseado y un loco apareció "falando" portugues. Me habló de un Dios extraño, del sol creador, de la locura de la capital y algunas cosas alusinantes. Sin dejarme modular una palabra se fue, se escurrió entre los puestos de libros usados.
Volví al libro: "Y como si escupiera todo el veneno acumulado en contra de la mujer que era su enemiga, Kikuji se apresuró en las sombras del parque". Fin
Por unos minutos logré abstraerme del murmullo horrible de los colectivos, de las bocinas vomitivas y del humo asfixiante de la ciudad. Todo por un libro.

3 Comments:

Blogger Javier Delfino (javoc) said...

Lo tengo que leer. ¿No?

10:02 a. m.  
Blogger guido said...

supongo que si..

2:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

pequeños grandes placeres guidin???

12:40 a. m.  

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